Fueron reales, pero de tanto contarlos se hicieron leyenda. O al revés?!

jueves, 2 de noviembre de 2017

Ojos de cielo

Es un fiel compañero, inteligente, tranquilo, dulce y sensible, de mirada profunda que ilumina el alma. No en vano es considerado un gato sagrado cuyo origen camina entre el Misterio y la Leyenda.
Dicen que los antepasados de esta bella raza, mucho antes de la época de Buda, eran compañeros de los monjes kittah en Birmania. El templo Lao-Tsun estaba custodiado por un viejo y sabio Sacerdote llamado Mun-Ha y bajo la guardia de cien gatos blancos de los que “Sinh” era el amigo y fiel compañero del religioso. Mun-Ha, quien profesaba una gran devoción por la diosa Tsun-Kyan-Kse encargada de la transmigración de las almas y representada por una estatua de oro con ojos de zafiro que acabó atrayendo la codicia de los hombres. Un día el templo fue asaltado por bandoleros de Siam y, cuando el sacerdote se interpuso en su camino para impedirles robar la representación de su diosa, fue herido de muerte. En el momento en el que exhalaba su último suspiro, “Sinh” saltó sobre su amo. Así el alma del religioso se instaló en el cuerpo del gato y se produjo el milagro: su manto se volvió dorado como el cuerpo de la estatua; sus ojos, antes de color ámbar, se tornaron azul zafiro como los de la diosa; sus patas, su cabeza y su cola se volvieron oscuras como la tierra birmana. Mientras que sus manos y pies, que estaban en contacto con el cuerpo del religioso, se conservaron blancos, símbolo de pureza, recordando la cabellera plateada del venerable Mun-Ha. Animados por este fenómeno, el resto de los monjes se enfrentaron a los bandidos y consiguieron salvar el templo.
Cuentan que “Sihn”, transformado ya en lo que hoy llamamos un Gato Sagrado de Birmania, permaneció durante siete días negándose a comer, hasta que él también murió y condujo el alma de Mun-ha hasta el paraíso. Desde ese día, se les considera sagrados portadores, pues llevan el alma de los sacerdotes a la diosa. Y un segundo milagro se produjo en el templo: todos los gatos se transformaron adquiriendo la misma belleza que su compañero fallecido. Los sacerdotes kittah se reunieron para designar al sucesor de Mun-Ha y todos los gatos se acercaron en silencio rodeando al más joven de los monjes que fue quien tomó el lugar del viejo religioso. Llegó un momento en que los sacerdotes de Lao-Tsun fueron perseguidos y a finales del siglo XIX tuvieron que huir de su templo. Fue entonces cuando el Mayor inglés Gordon Rusell, de la armada británica, y el explorador francés Auguste Pavie ayudaron a los sacerdotes y a sus gatos a cruzar la frontera en dirección al Tíbet y a fundar un nuevo templo. En 1919, como muestra de agradecimiento, los monjes enviaron de regalo a Francia una pareja de gatos. El macho murió durante el viaje, pero la hembra, llamada Sita, que estaba preñada, fue la responsable de que la raza se introdujera en Occidente.
Y cómo es él ? Comparte sin problemas su vida con otras mascotas. Es juguetón y muy fácil de educar. Necesita de los mimos y la atención de su protector al que acompañará siempre, incluso en los momentos más duros, producto de su gran sensibilidad. Es dueño de una voz muy dulce y cuando se le habla responde con un suave maullido.
Y sí, su natural encanto realmente te atrapa !!!!
Dra. Teresa A. Falsetti. (autora del artículo)
Salud y hasta la próxima!